Guangzhou es una ciudad de 10 millones de habitantes a la que puedes llegar en tren o autobús desde Kowloon, Hong Kong, en aproximadamente unas dos horas. Al salir de Hong Kong, la única diferencia que percibes es que los coches circulan por la derecha pero al llegar a Guangzhou la cosa cambia mucho más. El tráfico está menos controlado, la gente cruza por donde sea, hay muchísimas motos (en Hong Kong apenas habré visto un par), y por supuesto nadie lleva casco. Mucha gente circula en bici y con carros atados a ellas donde llevan cantidad de cosas y algo curioso es que los taxis son de muchos colores, supongo que cada uno elegirá el suyo y todo ello da un aspecto a las calles muy diferente al de aquí.
Otra cosa que la diferencia es que, a pesar de ser también una ciudad muy moderna con sus impresionantes rascacielos, no se concentra todo como en Hong Kong, sino que la ciudad se extiende enormemente y las calles no se vuelven tan angostas, lo que tendría que la beneficiaría bastante si el transporte público funcionara bien, pero la verdad es que nos ha resultado bastante incómodo ya que el metro es bastante limitado y en alguna ocasión hasta tuvimos que hacer cola y dejar pasar unos cuantos metros hasta poder subirnos.
Empezamos nuestra visita en el templo del Clan de los Chen, formado por 19 edificios unidos por galerías y entre ellos, pequeños patios ajardinados por donde se respiraba un aire muy tranquilo. Lo que más me sorprendió fueron los aleros de los edificios que estaban muy decorados con figuras de porcelana pintadas con muchos colores.
En el mercado de Quingping, el más famoso de la ciudad, vendían caballitos de mar, astas de ciervo, patas de tigre, serpientes, gusanos, gatos vivos... todo una delicia :)
Y como no, no nos podíamos dejar la muy reciente obra inaugurada de Zaha Hadid y Patrick Schumacher, la Opera House, que pudimos ver sólo por fuera y muy a oscuras ya que, pese a que las calles tenían el alumbrado instalado, no parecían funcionar todavía. La zona es muy nueva y se discute mucho su viabilidad y aunque algunos digan que es una joya en el lugar equivocado, a mi me decepcionó bastante al ver cómo estaba ejecutada, sobre todo por el revestimiento en las curvas y juntas con el vidrio, en las que la piel del edificio perdía toda la continuidad.
Y ya otra vez en la universidad, en plena semana de vacaciones nos ha tocado volver para ponernos a tope con las entregas de la semana que viene. Ajo y agua! :P
Foto por Freya.